DE “IMPOSIBLE” A “IMPENSABLE”

Antes

Después

Se trataba de crear un espacio singular, armónico y agradable para lo que tuvimos que empezar por modificar la superficie disponible.

Debido a la falta de altura tuvimos que comenzar rompiendo el techo, lo que nos descubrió un armazón de vigas de hierro en un techo a dos aguas que nos brindó la oportunidad de crear el espacio singular que estábamos buscando. Aprovechamos las vigas para recubrirlas con maderas y abrimos en una de las pareces laterales dos ventanas adelantadas mientras que la escasez de altura en la parte final del otro lado nos permitió aprovechar el espacio para disponer un práctico sistema de almacenaje.

Optamos por una decoración en tonos coral, presentes en toda la decoración y, muy especialmente, en la elección del estucado de la pared que hace las veces de cabecera, para dar calidez y personalidad al ambiente.

Convenientemente complementado con unas alfombras turcas y el mobiliario, conseguimos crear una estancia cálida, confortable y muy coqueta. Una estancia singular que combina lo íntimo y personal con lo práctico. La habitación que todos en la casa quieren ahora.